Cómo mi papá me inició a muy temprana edad

Continuación de las memorias de mis inicios .
Continuando con esta actividad de liberación de secretos, de que necesito sacar lo que he guardado por tanto tiempo, éste compartir … se ha sentido tan bien recibir sus mensajes y haciéndome sentir que no soy el único que en realidad disfrutaba, ésta iniciación en el contacto sexual a tan temprana edad, y por mi propio padre.
En el texto anterior te contaba cómo fue que en cada ocasión que podíamos estar solos mi padre y yo, tomábamos largas duchas, donde frotábamos cada rincón de nuestros cuerpos, Que por cierto, no tuve una descripción de nosotros para que nos imagines con más detalle; nuestra familia tiene raíces en el sureste asiático, tailandeses, con parte polinesia y pues más mestizos aún del lado de mi madre, siendo que recuerdo a mi papà más musculoso y menos velludo que yo, al rededor de 175 de alto, pelo ondulado, recuerdo que su pene ya totalmente erecto era de quizá unos 17-18cm, muy velludo y circuncidado, yo heredé por ahí un pene unos 4cm más grande, y más grueso, menos crecimiento muscular en el cuerpo, excepto en las nalgas, siempre he tenido un culito redondo y parado, increíble para los perv cuando yo fui nene, pero ahora que soy casi siempre activo insertivo en el sexo penetrativo no es tan bueno, casi no me gusta que me hagan beso negro o me vean el culo.
Ahora que he crecido y soy un hombre en sus 30, puedo decir con mucho orgullo y amor que soy casi idéntico a mi papá, delgado, moreno, pelo y ojos muy negros, rasgos algo finos y una piel morena que me encanta, quizá por narcisismo, pero a veces al verme al espejo me recuerdo tanto a mi padre y me imagino que él sigue aquí, tocandome tan suave y delicadeza, con tanto deseo que tengo que masturbarme para liberar tensión.
Recuerdo con cariño cómo me lavaba el ano y mis genitales infantiles con tanta delicadeza y sensualidad que siempre terminábamos con tremendas erecciones, incluso recuerdo cómo era común que las trusas siempre blancas de mi papá comenzaban pronto a mostrar una gota transparente y viscosa en la zona de la cabeza, yo en esta inocencia propia de 6 años solo creía que era orina, a veces lamía su pene por encima de la trusa, lo que lo llevaba a mojar más su ropa interior, por mi saliva y por lo mucho que se excitaba.
Por su parte, siempre hizo hincapié en la importancia de limpiarse bien el ano, para no ensuciar mis pequeñas trusas con personajes de pokémon con otra cosa que no fuesen pequeñas gotas de orina, bajo dicho pretexto, antes de comenzar a ducharnos él me pedía mi ropa interior para inspeccionarla, la olía con tanta fuerza y con tanta alegría que me llevó a hacer lo mismo con sus trusas, recuerdo qué embriagante fue la primera vez que percibí el aroma de macho concentrado en su ropa interior, podría jurar que ésta embriaguez del aroma creó la necesidad de tener siempre a éste hombre.
Cosa que platiqué con mi padre, que esto era una experiencia tan placentera que lo quería siempre para mí. (Cosa que por cierto, no tienes que sentirte mal por mi madre, ya que ella ya tenía una relación extra marital desde hacía tiempo en su trabajo con uno de sus compañeros, quien después sería mi padrastro).
Mi padre entonces me explicó cómo es este acto de hacer el amor, que cuando yo me sintiera listo, cuando no me doliera o me sintiera raro, lo recibiría, que el metería su verga en mí, siendo que así seria el sello que yo seria suyo y él mío. Nunca forzó nada, yo fui quien se montaba en su bulto, o directamente rozando su verga contra el medio de mis nalguitas. Era mejor cuando chupaba su verga y lubricaba, también posterior a que él comiera mi anito de 6 años como si no hubiese mañana, recuerdo cómo fue que me abría las nalgas por instinto, si lo podemos llamar así, para exponer más mi virgen apertura para que el la lamiera, chupara, mordiera, trataba de penetrarme con la lengua, creo que bajo éstas experiencias fueron mis primeros gemidos de placer, cuando estaba ya siendo muy ruidoso me daba una nalgada algo fuerte para que bajase el volumen, ésta nalgada sólo me prendía más, entonces él mordida con delicada rudeza mis nalguitas, mi espalda y cuello, siempre siendo cuidadoso de nunca marcar mi piel de nene oequeño, tanto así que no recuerdo jamás que hubiese marcado o herido mi piel.
Ciertas noches aún recuerdo cómo era tener a mi papá comiéndome el ano tratando que relajara mas los esfínteres, cómo poco a poco, con el paso de nuestras sesiones de sexo, iba introduciendo cada vez más su lengua, posterior con los dedos abría más mi ano para lamer más dentro, después con tanto placer ya no me enteraba cuando el cambian de posición y estando yo boca abajo, con un cojín debajo de mi pubis, él comenzaba a rozar su glande muy suave y lubricaba aún más de cuando yo le besaba el pene, sentía cómo él ya necesitaba penetrarme, respiraba de un modo animal, me decía que yo era la cosa más hermosa que jamás hubiese tenido en la vida, me besaba el cuello, me mordía, con ligereza, pero que yo sentía placer, me buscaba la boca y nos mirábamos, sentía todas estas emociones combinadas entre deseo, amor, placer, el querer entregarme… el me decía cuando pujar para relajar mi anito y que la verga que me hizo tuviera más fácil entrar en mi, pero tan pronto que yo hacia un quejido de dolor, mi padre dejaba de insistir en la penetración y sólo acababa en mis nalgas y culo, tomaba su semen entonces y me lo daba en la boca, me encantaba que hiciera eso.
Yo ya no podía más, quería demostrarle mi amor, quería que supiera que el dolor no importaba, que lo que quería es ser suyo solamente… pero no sabía cómo… hasta que….

Por favor díganme cómo voy con la narración de mis memorias, a en tele grsm. No estoy seguro si describo demasiado o si les gustaría más descripción de mis recuerdos.